23 enero 2011

Melancolía dorada.

Como aquel globo en mi ventana, en forma de estrella. Dorado, atraía a la vista. Un día se atoró en el techo y se volvió parte de mi paisaje. La historia del porqué es curiosa, un juego de niños. Al principio fue divertido, lo veíamos con un reto. Pero no había forma de regresarle a nuestras manos. Le extrañábamos, pudimos haberle ayudado a escapar pero en nuestro afán de tenerlo para nosotros, se rompió. El helio se le escapó y perdió su forma, ya no lo reconocíamos. Nos vencimos, ya no había forma de sacarlo de ahí.

Hoy parece que quiere huir con el viento, pero su hilo lo mantiene atado a su viga. A veces me le quedo observando durante largo tiempo, lo he adoptado como una especie de terapia. Otros días se da por vencido, parece que piensa y sabe que jamás se soltará; es realista.

Como el globo dorado, todas las mañanas me recuerda que es culpa nuestra que este ahí, aprisionado e inalcanzable para siempre.

2 comentarios:

  1. Me encanto mi dios querido el globo dorado me fascino me dio mucha tristeza y felicidad (raro muy raro) es la primera vez que leo algo tuyo y me encanto muchisimo. Besitos LunaticayRequiel ****travesura realizada***

    ResponderEliminar
  2. Oh, muchísimas gracias en verdad. :)
    Disculpa a tardanza pero he estado súper ocupada estos días y hacía mucho que no entraba.

    En verdad hay un globo atorado afuera de mi ventana. :D

    ResponderEliminar