19 marzo 2011

Diarios de Julia. - Parte 3.

Un cigarrillo entre sus labios partidos. El auricular del teléfono en su oído izquierdo.

- ¿Julia? Sé que eres tú. Escucho tu respiración. - Voz masculina. - Tú hermana está muy preocupada, Julia. Desaparecer no es como arreglarás las cosas. Madura.

Una cama debajo de su cuerpo.

- Te ruego digas algo. O no, cómo quieras, pero hazme caso: regresa. Te ayudaré, como amigo de Carla lo haré.

Ropa interior y una playera sobre él anterior; a pesar del frío.

- No sé cual es exactamente tu plan, pero lo único que estas logrando es mover a un montón de gente sin necesidad, entiende que tú sola no puedes cambiar al mundo.

El reloj se acerca a los 50 segundos.

- ¡Julia, contesta, dime que eres tú, que no estas muerta! - Cuelga, 10 segundos más y tendrían su ubicación.

No habló, porque no quería. No colgó inmediatamente, porque tampoco quería. Pero no ha regresado porque no lo quiera, si no porque no puede. Su mente aún repasaba esa noche. Uno, dos, tres disparos. Fue como si el color blanco de la camisa se desvaneciera, nadara hasta la piel, tratando de escapar de aquel rojo que desde el ombligo lo perseguía. No pudo llorar, no pudo gritar.

- ¿Por qué no avisaste a nadie? - Le gritó Fernando cuando llegó a altas horas de la noche a su departamento.

- ¡Te estoy avisando a ti! Lo mataron, Fernando, ellos lo mataron. - Estaba desesperada, un nudo no sólo en la garganta, en todo el cuerpo. Sabían que los investigaba, que su secretos comenzaban a escurrirse, como si fuesen agua y la víctima la bebía ansiosa para acabarlos, hacer justicia.

-  ¿Dices... que fue la misma policía? - Pero qué pregunta más estúpida, tanto él como ella sabían a lo que su compañero se había estado dedicando los últimos meses: una historia que revelaría lo corrupto que era el departamento judicial. Los mismo que debían protegerlos, eran quienes atentaban contra su seguridad a diario. - No podemos probar nada, sólo un pequeño círculo sabía de su proyecto. Alguien de dentro tuvo que haberles pasado la información.

- Me vieron. Estoy segura de que lo hicieron. Arreglaré esto, pero lejos.

Tomó sus cosas, besó a su amante, y se marchó. Rusia fue su elección. Pasaporte y documentos falsos. Una pequeña habitación con el costo de 85 rublos (3 dólares) por día. Red segura instalada por un buen amigo de la universidad - la misma que abandonó en el tercer semestre - y constante ayuda de una mujer que hace dos años ayudó sacando al aire su historia y liberándola de un marido abusivo.

No extrañaba a Fernando. No extrañaba a sus amigos, ni su trabajo. La extrañaba a ella, Carla, su hermana. Un año sin hablarse era complicado, pero un año en esquinas completamente alejadas del mundo era demasiado. Fue por eso que no colgó. Sabía que el hombre con el que hablaba había estado enamorado de su hermana desde la adolescencia, que si pudiera ayudarla lo haría, y eso la reconfortó. También lo hizo el descubrir que Carla se preocupaba aún por ella. Pero está vez no podía cuidarla.

Llevaba suficiente información, pero aún no la necesaria para sacar el artículo que quería. Faltaban datos y pruebas tangíbles. Para eso tendría que moverse, regresar después de un mes a su hogar. Mañana era su vuelo, pero debía permanecer aún oculta.

- Si entendieras, comprenderás que es la única solución. No puedo aparecerme aún. Sé que no puedo cambiar el mundo, pero con esto sí, sacaré a luz todo. - respondió a la llamada telefónica que había colgado hace unos minutos - Estoy bien, dícelo, y dile también que la quiero y que lo siento.

Cerró los ojos por esa noche, pero no descansó.

15 marzo 2011

Gramática en la vida.

Quería el sujeto, era perfecto. Las letras exactas, no muy extenso, pero suficiente para las necesidades del argumento. Luego llegó el objeto directo. Complicado. Con el tiempo, el sujeto perdía sentido y el conjunto era extraño, aburrido y tedioso. Fastidioso. Trató de modificarlo, de hacerlo más ameno. Sin embargo, estaba escrito con pluma indeleble, y mientras más corrector usaba, la hoja se lastimaba más y más.




Por:  bluepumpkin en DeviantART




Así fue como decidió cambiar de FRASE.